martes, 22 de septiembre de 2009

Marca la diferencia

El vídeo que se encuentra al final de la entrada, y que antes relataré, pertenece al derby disputado entre el Manchester City y el Manchester United, un partido "loco" (como los describirían la mayoría de periodistas deportivos) que acabó con la victoria de los red devils por 4 - 3.

En este vídeo podemos ver como Bellamy, jugador del City, le arrea un tortazo a un espontáneo del equipo rival en cuanto es retenido por los agentes de seguridad. Acto seguido varios jugadores del United se acercan para increparle por su acción, entre ellos Ferdinand y Vidic, dos torres del equipo inglés. Todos le recriminan el golpe...

¿Todos?

¡NO!

Wayne Rooney, el orco del soccer y el tipo más duro de Old Trafford, se acerca y le regala una suave caricia. El mismo del empujón a Casillas. No se encara con Bellamy como todos podríamos pensar, ni comienza una trifulca secundada por cabezazos y amenazas de muerte. No. Le acaricia y le da unas palmaditas en la espalda.

¿Y por qué?

Pues porque le ha gustado la agresión que ha presenciado. Le ha encantado la bofetada y está muy orgulloso de su rival. Así es la gente violenta del fútbol, se reconocen entre ellos y se respetan.

Larga vida a Wayne Rooney.



Como anécdota, he de señalar que Rooney se parece mucho al protagonista del juego Bully.

¿Coincidencia?

1 comentario:

C. Chase dijo...

¿Por qué no diriges un periódico? Si Pedro Jota puede...

Eres un tío estiloso, ya lo sabes.