sábado, 30 de octubre de 2010

Fashion Victim

La prueba del crimen:


Veredicto: las nuevas botas de CR7 son de putita.

Problemas lingüísticos

HIJO: Papá, ¿Picasso vendió el Guernica o lo donó?
PADRE: Lo vendió. No era un tío muy misántropo, para que vamos a engañarnos.
HIJO: ¿Misántropo?
PADRE: ¿Sabes lo que significa?
HIJO: Sí.
PADRE: Pues eso.
HIJO: ¿No habrás querido decir filántropo?
PADRE: Esto...
HIJO: Jajaja.
MADRE: ¿Qué burrada ha dicho tu padre?
HIJO: Ha dicho misántropo cuando quería decir filántropo.
MADRE: Vaya lumbreras.
PADRE: ¿Acaso tú sabes lo que es un misántropo?
MADRE: Un hombre lobo, ¿no?
HIJO: Eso es un licántropo.
MADRE: Esto...

sábado, 23 de octubre de 2010

Exceso de humos

Si buscáis una persona de tono maleducado y verdulero, repelente en el trato y experta en crear repulsa, sé de una chica en mi clase que os podría servir para vuestra película snuff.

Atiendo llamadas a cualquier hora del día.

domingo, 17 de octubre de 2010

Extracto de laboratorio

Desperté, para descubrir que aquella iglesia que tanto visitaba quedaba a kilómetros de distancia...

Parece que con la madurez he ampliado mis miras, no exluyo mecánicamente y valoro con un criterio más reposado. He abierto el círculo de cemento que construí con quince años y aflojo la cuerda para que la tensión no la rompa. Eso sí, respecto a la música, todavía distingo la mierda que sirven en el buffet libre. Que advierta atisbos de calidad en productos que no hubiese escuchado hace unos años ni siendo amenazado con una segueta en los testículos, no quiere decir que pase por el aro todo lo que los medios están empeñados en convencerme que es bueno.

Sigo siendo un Outsider, pero más racional y perceptivo. Como si al formarme una opinión supiese que he recorrido la línea de puntos adecuada, aunque siempre haya tendido a radicalizar mis discursos.

A lo mejor esto cambia mañana y sólo se trate de una percepción temporal, de un pasaje empapado en perfume.

Me resulta extraño no tirarme un cubo de basura a mí mismo.

Malas pulgas

Es curiosa la actitud de ciertos perros. Nunca me han despertado demasiada simpatía, y menos cuando se ponen pesados; pero peor que un perro que no deja de dar vueltas y saltar sobre tus piernas para llamar la atención, es un perro que muerde sin que te lo esperes.

Hace años leí (o me contaron, no estoy seguro) la historia de un perro que jugaba continuamente con el nieto de su dueña, un niño de corta edad. Un día, la abuela abandonó la casa para hacer unas compras, y cuando volvió encontró al pequeño muerto y con numerosas mordeduras por el cuerpo. Según contaron ciertos entendidos, el animal le atacó por un motivo de celos.

Otros casos más conocidos son los de perros que mientras pasean, se les cruzan los cables y se lanzan al cuello de otras mascotas, y en el peor de los casos, de niños pequeños. Los mismos entendidos comentan que ocurre porque se sienten agredidos y provocados. Dentro de la cabeza del chucho puede parecer razonable, pero para una persona estas acciones no tienen defensa alguna teniendo en cuenta el alcance de las consecuencias.

La solución suele pasar por ejecutar al perro.
Hay gente más precavida que opta por no tenerlos.

Con las personas puede pasar algo similar. Perciben agresiones donde no las hay, y al sentirse atacados sacan los dientes. En este momento es cuando ignorar se convierte en la correa más eficaz.

Hay veces que estar en silencio es el mejor arma para darte la razón.

viernes, 15 de octubre de 2010

Tarde, compañero

La virulencia de un acto irracional pero justificado sembró la migraña. La adrenalina se secó, y tras la piel levantada sólo quedó una moqueta roja que se deshacía en un goteo continuo. Y sus ojos. Una cueva de murciélagos, eso es lo que eran. Y vaya nudillos, abiertos como un huevo roto, imposibles de reconstruir.

Aun sin sensibilidad en las manos, sólo le preocupaba el dolor de cabeza que comenzaba a clavarse sobre sus nervios. Desde que el individuo al que golpeó dejó de moverse, no había sido capaz de abrir los ojos por culpa de la jaqueca. Los apretaba con ansiedad, deseoso de que desapareciese aquella orquesta de golpes de martillo y palas oxidadas que se clavaban en su cerebro.

No se oye pensar. Oye a su dolor, un grito enfermo; y nota cómo el peso de sus actos cae hacia un suelo lleno de grietas. Pero entre todos los sonidos que evoca, no encuentra el de su voz.

Intenta relajarse, de veras que lo intenta; pero sabe que está fuera de su control. Mientras sus dientes luchan por atravesarse los unos a los otros, las sienes le oprimen el cráneo de la misma forma que una imprenta aplasta un folio para entintarlo. El calor tampoco ayuda a su estado. Sudor culpable, que se torna frío como castigo. Y entre temblores, continúa sumergido en un lago de ruidos, en un huerto que rastrilla su cabeza y planta dinamita bajo sus sentidos.

Explota la conciencia. Las ideas se ordenan caóticas tras el estallido y la maraña de sentimientos cobra sentido. La tormenta se disipa y las aguas recuperan su ritmo habitual.

Cuando consigue diluir el dolor, el sol cubre su espalda, obligando al cuerpo que tiene bajo sus pies a hundirse en la silueta de su agresor. Está algo incómodo, pero a pesar de todas las molestias que provoca un ataque de ira acumulada, se siente liberado.

La culpabilidad emigró hacia costas menos sucias, y pudo oirse a si mismo felicitándose, sabedor tras tantos miedos de que las armas de la moral no pudieron con él.

Una sirena le sacó de sus pensamientos, y el rastro de polvo que levantó al iniciar la carrera sirvió de manta a su víctima. Puso a prueba los músculos de sus piernas y huyó lo más lejos posible, para que así la justicia de los hombres no interrumpiese su vendetta.

jueves, 14 de octubre de 2010

Últimas referencias positivas

Entrando en mi cabeza...

ON

John Legend and the Roots - Wake Up Everybody (feat. Common and Melanie Fiona)


Make The Girl Dance - Kill Me


Mike Posner - Cooler Than Me


Flobots - Handlebars


Saliendo de mi cabeza...

OFF