Los de siempre. Una exhaustiva jornada de trabajo (laboral y musical) previa a una noche con tentativas de fiesta nos llevó irrevocablemente al fango de las expectativas. Nos regocijamos en la frustación. Flotamos en la Nada. Un piso solitario. Sin el acompañamiento adecuado. Nos quedamos a las tantas de la mañana jugando al Pro y comiendo pasta pre-cocinada.
Feliz viernes de decadencia.
Aprovechable dependiendo de la hora, al fin y al cabo, pero siempre sabiéndonos a poco...
Come up and see me, make me smile...
Siempre tío, pero ahora no.
Me voy a dormir.
sábado, 25 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario