miércoles, 21 de octubre de 2009

Los hilos enhebrados del Doctor Divago

Tengo una duda que me ronda por la cabeza desde hace cinco segundos...

¿No se supone que para ser considerado escritor uno tendría que vivir de la escritura? (La cuestión también es aplicable a otras artes, tales como la pintura o la música)

Vale, no es la pregunta más compleja que ha formulado el ser humano a lo largo de la historia, pero me apetecía desmenuzarla.

Muchos intelectualillos se echarían las manos a la cabeza si leyesen esto, defendiéndose con frases como "Oye, pues yo no doy un palo al agua y me considero pintor" o "Llevo trabajando ocho años de camarero, pero soy escritor".

¿Qué separa el reconocimiento del artista de su afirmación como tal?

Si las artes no pueden ser medidas bajo un baremo de profesionalidad eso quiere decir, simple y llanamente, que todos podemos ser artistas. Sin necesidad de obtener un título ni una distinción.

No hace falta que aplaudáis ante tal hallazgo.

Pero entonces, ¿qué diferencia a un creador de cualquier otro? ¿El grado de comercialización (que no de comercialidad) de su producto? Es posible. La gente conoce a Dan Brown y compra sus libros, pero en cambio se la suda que tu primo, quien puede que escriba mejor, haya editado uno (siempre que no trate sobre vampiros amariconados).

¿Esto significa que para que reconozcan tu trabajo tienes que ser valorado por una (pequeña o grande) multitud? No tiene por qué. Pero sí es cierto que por ahí se termina, aunque suponga un problema para los primeros seguidores del autor. ¿Cuántas veces hemos deseado dejar de escuchar a un grupo poco conocido de música por el simple hecho de que toda una comunidad haya empezado a escucharlos? Creo que no pocas.

¿Y tener éxito condiciona que te consideren artista? En efecto. Muchos escritores se morían de asco antes de ser reconocidos como tales. Luego se hicieron ricos y famosos. ¿Es que antes era menos/peores escritores? Seguramente muchos de sus conocidos se mofaban de ellos, pensando que si no recibían un cheque por sus libros, no eran escritores de verdad. ¿La calidad de las ideas no debería estar por delante de la fama?

Entonces no se trata de ser bueno, sino de tener éxito. De acuerdo. La valoración del artista pasa por los éxitos que coseche, vivo o muerto.

¿Pero la valoración de quién? ¿De quiénes exactamente? ¿La gente? ¿Así de simple? ¿Quién coño es la gente? Pues la que se gasta los cuartos y pierde su tiempo con el trabajo del autor. Quienes le dedican su atención.

Mantener el interés.

Entonces lo más preciado (que no tiene que ser lo más ansiado) para la difusión del creador es la atención de quien examina sus obras. Cuanta más atención reuna, más posibilidades tendrá de que le valoren positivamente.

Siendo justos, este criterio se ajustaría más a una medida subjetiva del individuo; aunque sea luego la masa (en mayor o menor medida) quien otorgue los laureles. Es decir, que si tu madre pinta y a ti te encanta cómo lo hace, para ti será una artista. Si tu vecino esculpe retratos de dictadores con aluminio y corcho y a tu madre la pintora le gusta, para ella será un artista. Simple. Pero para los creadores, una palmadita en la espalda por parte de sujetos aislados no siempre es suficiente.

Es una deducción de parvulario, pero la idea es ir enlazando conceptos.

Pero... ¿y cuando alguien es enaltecido y vanagloriado sólo por un grupo minoritario? Cuando vive de lo que crea pero a la mayor parte del planeta le parece una basura, o simplemente se desentiende, ¿también se le considera exitoso en su propósito? Pienso que sí, es más, en las divagaciones anteriores no he hecho referencia a la obtención de un reconocimiento mundial como meta, sino simplemente a la salida del anonimato.

Lo principal es hacer ruido en el círculo donde te mueves. Lo demás es secundario. Una vez te introduzcas, te tomarán en serio.

Tras tanta divagación y como conclusión final, pienso que lo más importante a tener en cuenta no es que te consideren artista, sino que te sientas como tal, sin necesidad de prodigarlo. Los pedantes sobran.

Siéntete, siéntate y crea. Aunque seas una mierda y no consigas nunca nada, como seguramente pase. Sigue a lo tuyo y trabaja, sin esperar que alguien te coloque la etiqueta de artista.

"Artista". Qué asco le he cogido a la palabra.

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