En la actualidad, los blogs y la pornografía enganchan de la misma manera. En ambos casos se premia la instantaneidad. No hay tiempo para besos, párrafos de más ni ritmos pausados. Lo que queremos son tetas. Y las queremos ya.
Hay que empezar fuerte. Dar un motivo para que el lector o el mandril que todos llevamos dentro se quede frente a la pantalla. En el caso de la pornografía, existe tanta oferta que no se puede perder el tiempo con introducciones innecesarias, porque el usuario no tiene paciencia. Cambia de vídeo y punto. Lo mismo ocurre con los blogs. Hay tal exceso de ellos, que si a las dos líneas no engancha se le manda a tomar por culo.
Tarde o temprano esperamos que arda la mecha.
¡Acción!
domingo, 27 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario